sábado, 31 de agosto de 2013

viernes, 30 de agosto de 2013

Erratas divertidas

Los errores más divertidos del periodismo

Álvaro Anguita |Abc | jul 11, 2013

Una de las principales facetas del periodismo es que todo queda escrito, para bien o para mal. Cuando un periódico pasa a imprenta quiere decir -en teoría- que ha sido revisado de arriba abajo varias veces por varias personas… Pero claro, a veces las prisas juegan una mala pasada. Leer más

…Un periodista español poco imparcial.

lunes, 26 de agosto de 2013

La Isla de las Palabras Perdidas

  | El País25 AGO 2013

¿A dónde van las palabras que se pierden?¿A dónde van las palabras de las lenguas que mueren cada día cuando muere el último integrante de la pequeña tribu olvidada que todavía hablaba esa lengua minoritaria, quizá extraña y recóndita, sin registro escrito, sin literatura impresa, solo oral?
 ¿A dónde van las palabras que se pierden en todas las lenguas? En castellano, en catalán, en gallego, en eusquera, en portugués, en nuestras lenguas peninsulares tan cercanas, las de cada día, pero también en otras muchas, en inglés, en francés, en alemán, en chino, en ruso… ¿A dónde van las palabras que no se utilizan, las que nadie pronuncia, las que no tienen quien las diga, las que duermen entre las páginas de los libros que nadie lee, las que ya no registran los repertorios? Leer más
Carme Riera (Palma de Mallorca, 1948),escritora en catalán y castellano, miembro de la Real Academia Española.


domingo, 25 de agosto de 2013

¡No puedo con este libro!

·         'Ulises', 'Moby Dick' o 'El señor de los anillos' son algunos de los títulos más abandonados


CARMEN MAÑANA | El País | 24 AGO 2013

Goodreads, la comunidad de lectores más grande del mundo, realizó recientemente una encuesta entre 7.500 usuarios     -supera los 20 millones- para elaborar la lista de los más abandonados. Un ranking encabezado, en la categoría de clásicos, por Trampa 22, de Joseph HellerEl señor de los anillos, de J. R. R. TolkienUlises, de James JoyceMoby Dick, de Herman Melville, y La rebelión de Atlas, de Ayn Rand.

Como premio Tusquets, profesor de la escuela de creación literaria Hotel Kafka y librero, Rafael Reig respalda el abandono de libros sin remordimientos. Sin compasión. Sin vergüenza. “Creo que lo verdaderamente preocupante no es dejar un libro que no te gusta, sino pasar meses sin que lo que lees te suponga ningún esfuerzo. Eso significa que no estás creciendo como lector. Es como ir al gimnasio: desarrollas un músculo que te dota de más capacidad y te permite llegar más lejos”. Para el escritor, el entretenimiento no debe asumirse como fin absoluto de la novela. “Hay gente que disfruta con la comida rápida, pero también se puede aprender a tener mejores placeres”.


El momento vital en el que se afronta el libro también resulta determinante. Reig confiesa que la primera vez que se acercó a Trampa 22 —“una visión de la guerra absolutamente desoladora”— desistió por aburrimiento. Dos años después volvió a intentarlo y descubrió “un humor negro divertidísimo, una obra fácil y una gran recompensa final”. Porque algunos libros, como algunas personas, merecen una segunda oportunidad. Leer más

Anglicismos en las carreras


 El País 25 AGO 2013
En la fórmula 1 o en moto GP o incluso en los 1.500 metros se trata de correr lo más deprisa posible, y por eso las vueltas más rápidas se prefieren a las menos rápidas. O sea, aquellas son mejores. Así que podríamos traducir “Fastest lap” con solo dos vocablos, ni uno más que en inglés, como “mejor vuelta”, en lugar de la traducción habitual, “vuelta rápida”, cuya traducción correcta es “vuelta más rápida”.

Eso sí, recuerden ustedes que conseguir la mejor vuelta no resulta sencillo: es incompatible con la sanción de parar y arrancar (o sea, el stop and go), o con la de pasar y seguir (que queda más elegante con los términos drive through; ea, que siga recto por la calle de talleres…, el mismísimo pit lane). Y tampoco conseguiremos la mejor vuelta de la jornada si en ese momento se produce un accidente y aparece el coche de seguridad (diga safety car si no quiere que le tomen por un inculto).

Otros inconvenientes para obtener la vuelta más rápida se derivan del creciente granulado de las ruedas, especialmente las lisas (vamos a ver: el graining de los slicks), y de los fallos de adherencia (o problemas con el grip).


Y si nos pasa todo eso en la jornada de clasificación (que también podría llamarse “de calificación” si pusiéramos notas a los pilotos), no habrá manera de lograr la mejor posición de salida (o pole position; no confundir con la pool position, que sería una posición de piscina), y en ese caso más nos valdría regresar al taller (o box); o tal vez volvernos a la caravana (que aquí se llama motorhome para no confundirla con las de la operación salida), o simplemente desahogarnos dando una vuelta por la explanada (que en este caso denominaremos paddock para que nadie se crea que nos referimos a cualquier otra que pueda quedar cerca).

¿Por qué tantos anglicismos innecesarios en las carreras? Leer más



domingo, 18 de agosto de 2013

Xabi Alonso, Xavi Hernández, Javi Martínez

 El País 18 AGO 2013

La España plural disfruta de un fútbol tan rico que su calidad y variedad se extiende incluso a las formas léxicas. En el equipo de la selección española de fútbol conviven tres maneras distintas de expresar el mismo nombre en tres lenguas españolas: Xabi, Xavi y Javi.

Xabi Alonso
En euskera la grafía correcta del apócope que en castellano escribimos “Javi” precisa de una equis y una be. Y en catalán, la be se torna una uve.

Xabi y Xavi ni siquiera tienen la misma pronunciación, hecho al que debieran atender con más mimo (y mayor respeto a nuestras lenguas) algunos narradores deportivos: el “Xabi” vasco suena más a Sabi; mientras que el catalán anda cerca de la pronunciación Chavi. Pero oímos con frecuencia “Sabi Hernández” y “Chavi Alonso”, sin mayor criterio.

Los nombres de pila ajenos al castellano suelen ocasionar dificultades a quienes hablan en la radio o la televisión. Cuántas veces hemos oído “Ártur Mas” con acentuación llana en el nombre de pila pese a que corresponde aguda, pues no se trata de un inglés sino de un catalán. O Róbert donde procede “Robert” (en este caso con mayor intensidad en la última sílaba).

Xavi Hernández
Tal vez resulte interesante para la mejor convivencia de las culturas peninsulares, y sin desdén alguno hacia las insulares, que todos conociésemos algunos rudimentos de las lenguas autonómicas: que los castellanohablantes supiéramos, por ejemplo, contar hasta diez en catalán o en euskera o en gallego, o decir “buenos días” y “buena suerte”, o “hasta mañana” y “feliz Navidad” o “feliz cumpleaños” en cualquiera de esos idiomas; o “felicidades por la victoria de tu equipo ayer”.

Quizás para algunas generaciones resulte algo difícil a estas alturas, pero al menos los periodistas que han de citar a diario nombres propios en catalán, gallego o euskera sí pueden, si así lo desean, afrontar el esfuerzo de saber bien cómo se pronuncian. Y tal vez no sea mala idea que los maestros de toda España ocupen algunos ratos de sus clases —incluso a iniciativa personal— para impartir ciertas nociones sobre esos idiomas y sus palabras más usuales. (Quizás muchos ya lo hacen).
Javi Martínez



Quién sabe si así todos sentiremos más nuestras las otras lenguas que, en tanto que ciudadanos de una nación rica en culturas, también podemos considerar como propias. Leer más

77 años sin García Lorca

El poeta granadino fue fusilado por un grupo de falangistas el 18 de agosto de 1936
Los últimos descubrimientos de restos de fusilados en Víznar desatan optimismo entre los partidarios de la eterna búsqueda del poeta
La Junta de Andalucía destina 40.000 euros a buscar restos en Granada pero descarta buscar al poeta de momento

Don Quijote era un friki

La invasión de palabras inglesas en el castellano parece imparable, sobre todo entre los jóvenes

¿Acabaremos hablando un híbrido entre los dos idiomas?

  | El país30 JUN 2012

Don Quijote y William Shakespeare. / SCIAMMARELLA
El lenguaje futbolístico fue pionero, con el penalti, el córner y el orsai. Luego vinieron el sándwich, el sidecar y el parking.  En los años ochenta del siglo XX se empezó a decir que había overbooking cuando un lugar estaba lleno de gente y que alguien estaba missing si no se sabía dónde estaba. Hace mucho tiempo que el castellano toma prestadas palabras del inglés, pero ha sido en la última década —coincidiendo con el desarrollo de Internet, el aumento de los viajes al extranjero y la televisión por satélite— cuando la importación de vocablos de ese idioma ha crecido exponencialmente, sobre todo entre los jóvenes. Leer más

Fuentes: EF y Eurostat. / EL PAÍS

sábado, 17 de agosto de 2013

El escritor es aquella persona que...

La vocación literaria es una mezcla de visión y misión destinada a ordenar el caos de la vida.



El escritor es aquella persona que ha desarrollado un sentido para aprehender el campo de fuerzas que generan dos o más palabras cuando se ponen cerca y del que carecen por separado. El escritor, en resumidas cuentas, no es otra cosa que un juntapalabras y su arte reside en juntarlas con acierto. Con motivo Malherbe, hastiado de la ampulosidad verbosa de la Pléiade, se autorretrató modestamente como un “arrangeur de syllabes”. Todo literato emula al Adán que en el primer día puso nombre a las cosas (Génesis 2, 20). A ese don cantó Juan Ramón Jiménez en su poema de Eternidades: “¡Intelijencia, dame / el nombre exacto de las cosas! / …Que mi palabra sea / la cosa misma, / creada por mí nuevamente”. El mérito, el poder y la virtud del escritor descansan en las concretas palabras escogidas y el orden preciso en el que las ha dispuesto para que resulten eficaces en su designio poético. La literalidad encierra la esencia de lo literario y por eso el auténtico texto de literatura —el poema, la novela, el ensayo— no se deja resumir, compendiar o parafrasear. Leer más

viernes, 16 de agosto de 2013

Evolución semántica de una palabra: comparecer

Álex Grijelmo | El País | 11 AGO 2013
En un principio, “comparecencia” y “comparecer” se aplicaban a quien acude ante el juez o ante un superior al que se rinden cuentas; más tarde se añadió el Parlamento, y siempre se comparecía después de ser convocado o llamado.
En el último tramo de este trayecto semántico, a los dos poderes anteriores (judicial y legislativo) se ha incorporado otro, “el cuarto poder”: la prensa. Pero no se comparece ya por iniciativa ajena. Así como el juez y el Parlamento convocan, los periodistas son convocados. El compareciente no es llamado, sino que llama. A su voluntad y a su antojo. Leer más

Dulcinea existe

Una estatura del Quijote en el pueblo toledano. / AGE FOTOSTOCK
Juan Cruz | El País | 11 AGO | 2013

En marzo de 1979 lo primero que preguntó el viajero en El Toboso fue si alguien se llamaba Dulcinea en la patria de la princesa de Don Quijote. Y nadie se llamaba entonces Dulcinea en El Toboso. Pero ese mismo año, en mayo, nació una niña a la que su madre quiso llamar Dulcinea, y hasta ahora es la única Dulcinea de El Toboso. Tiene 34 años, es química y trabaja en Londres. En agosto veranea aquí, con sus padres, María Luisa Marín, auxiliar administrativa, y José Luis Ortiz, farmacéutico. Él fue alcalde.


La Dulcinea real es ingeniera de procesos químicos en una empresa que se dedica a las prospecciones petrolíferas. Buscó empleo en España y en la pesquisa halló este trabajo inglés. Su nombre es único; lo que le ha sorprendido al decirlo es que tantos ingleses conozcan la obra magna de Cervantes, aunque ella tiene que deletrear, o resumir, su nombre: “Dulce, o Dulci”. Querría volver, pero Inglaterra ya la tiene atrapada. Y viene en Navidad, en carnaval, en verano. Dulcinea veranea en El Toboso. Ahora ya sabe que cuando nació este pueblo, por ejemplo, no tenía agua potable.  


martes, 13 de agosto de 2013

Islas desiertas llenas de libros

Que un lugar del Pacífico se llame Robinson Crusoe es el triunfo de la literatura y el turismo sobre la geografía


 El País 9 AGO 2013

Isla Alejandro Selkirk. / FLICKR: TRES TORRES AUTHOR / PATO NOVOA
Las palabras tienen vida propia. Seguimos diciendo que el Sol sale por el Este aunque sabemos desde hace siglos que el Sol no sale por ninguna parte porque es la Tierra la que se mueve a su alrededor. Por eso, aunque también sepamos que quedan pocas islas desiertas y que nuestras posibilidades de terminar en alguna de ellas sean más que remotas, cada tanto escuchamos una pregunta clásica: ¿qué libro te llevarías a una isla desierta? Leer más

domingo, 4 de agosto de 2013

El agua, la árbitra


Emplear “este agua” en vez de “esta agua”: se trata de un error extendido en España y muy raro en América este de alterar el género del adjetivo determinativo cuando le sucede un sustantivo femenino que comienza por a tónica.
La doctrina académica es tan clara como el agua (o como esta agua): ante tal palabra y otras similares, estos determinativos deben ir en forma femenina (Diccionario panhispánico de dudas, en la entrada ‘agua’).
Las palabras que empiezan por a tónica (es decir, la que recibe el acento prosódico o acento de voz) van precedidas de artículo masculino o adjetivo determinativo femenino. Pero de repente llegan las excepciones. ¿Qué hacemos con los artículos y los adjetivos que precedan a la palabra árbitra, ahora que algunas han ascendido de jueces de línea (o juezas, si se prefiere así) a colegiadas? Con arreglo a la norma, deberíamos decir “el árbitra”. ¿O preferimos “la árbitra”? ¿O “la árbitro”? ¿Y “este árbitra”?
Bibiana Steinhaus, primera mujer que dirige un partido
en la máxima categoría del fútbol alemán

La Nueva gramática (página 1.089) indica que “árbitra” cumple las condiciones fonéticas que desencadenan la aparición de la variante apocopada (normas que darían “el árbitra”), pero recomienda caminar por otros derroteros, porque árbitra “se usa con el artículo una, opción que se recomienda”. Y el Diccionario panhispánico precisa: “Con los sustantivos referidos a seres sexuados que han comenzado a usarse en femenino en los últimos años, no funciona ya, de manera espontánea, la norma que tradicionalmente asigna a los sustantivos femeninos que comienzan por /a/ tónica la forma el del artículo. Así, la mayoría de los hablantes dicen ‘la árbitra’, marcando el género de forma regular en el artículo, a la vez que queda explícito este en la terminación femenina del sustantivo”.

Pero podemos ir algo más allá, porque nos hallamos una vez más ante las diferencias entre género y sexo (tan difuminadas hoy en el léxico político y periodístico): esa distancia entre la gramática y la biología. Con la gramática en la mano, no distinguimos entre el águila y el águilo, ni entre el hacha y el hacho, ni entre el agua y el aguo. Pero sí entre el árbitra y el árbitro, ya que ambos tienen diferenciados tanto el sexo como el género, frente a lo que ocurre en los otros casos. Así que en esta oportunidad puede desdoblarse el artículo: la árbitra y el árbitro; y “este árbitro”, “esta árbitra”.

Por tanto, debemos decir, si queremos expresarnos conforme a la norma culta del idioma, “el agua” y “la árbitra”, “esta agua” y “esta árbitra”. Las reglas admiten sus excepciones, pero casi siempre las excepciones tienen a su vez una norma, o su explicación, su origen. Y cualquiera puede equivocarse, por supuesto. Incluso en el lugar menos adecuado. Uf

Leer más

Bibiana Steinhaus hace historia en la Bundesliga

La árbitra se convierte en la primera mujer que dirige un encuentro en la máxima categoría del fútbol alemán

 

sábado, 3 de agosto de 2013

300 años de Real Academia

Un reducido grupo de ilustrados fundó la Real Academia Española (RAE) en 1713

Buscaban dotar a la lengua española de un diccionario que estuviese a la altura de otros idiomas


300 años escribiendo con buena letra


Al principio fue el honor. Al marqués de Villena, y sus siete amigos de tertulia, les escocía que la decadencia política contaminase el reino de las palabras. Invariablemente en cada sesión que celebraban en el palacio de la madrileña plaza de las Descalzas acababan asomados al vacío: España carecía de un diccionario digno de su lengua. Lo tenían Francia, Italia, Inglaterra y Portugal. Pero el país que había esparcido su idioma por todo un continente en los siglos anteriores no tenía un inventario que ayudase a distinguir el grano de la paja, una obra que fijase el retrato-robot de una lengua que venía de días de gloria (el XVII) y que corría el riesgo de despeñarse hacia la insulsez o el deterioro si nadie la documentaba.
Lo inusual es que llevaron su idea a la práctica. Y el 3 de agosto de 1713, en su tertulia del palacio de Villena, los ocho amigos, reforzados con tres integrantes nuevos, levantaron un acta pragmática —en ella establecen las tareas que han de acometer y cómo han de hacerlo para redactar el Diccionario de autoridades— que se considera el acta fundacional de la Real Academia EspañolaLeer más
Dibujo de Juan Comba publicado en 'La ilustración Española y Americana' sobre la inauguración de la actual sede de la RAE el 1 de abril de 1894

Sin vacaciones... también un libro

El País, 3-8-13